Youtubers migrantes son retados por la OIM para que cuenten su historia de llegada al país de acogida, mediante videos creativos que muestren lo mejor de ellos, su cultura y los lazos que crean con las personas que los reciben. Sus videos inspiran un discurso en contra de la xenofobia y la discriminación de forma directa e indirecta. La mayoría de los videos se encuentran en español y algunos en inglés.