Migrantes y pandemia COVID-19: Un análisis inicial
El COVID-19 ha emergido en un mundo estrechamente conectado por los movimientos de población locales e internacionales, con más personas moviéndose por trabajo, educación y razones familiares, turismo y supervivencia que nunca (Skeldon, 2018). Los intensos movimientos de población, en particular de turistas y trabajadores de negocios, han sido un factor clave de la propagación mundial del brote (Hodcroft et al., 2020 y 2018). La pandemia no puede atribuirse como tal a la migración (Banulescu-Bogdan et al., 2020).
Al mismo tiempo, la presencia y los movimientos de migrantes son dinámicas demográficas, sociales, culturales y económicas fundamentales que configuran los contextos locales afectados por la pandemia. Para las sociedades y comunidades de todo el mundo, la contabilidad (o no) de los migrantes en la respuesta al COVID-19 y los esfuerzos de recuperación afectarán las trayectorias de la crisis. Los esfuerzos inclusivos de salud pública serán cruciales para contener y mitigar eficazmente el brote, reducir el número total de personas afectadas y acortar la situación de emergencia (Berger et al., 2020). La mitigación de los efectos económicos, sociales y psicológicos del brote (así como las medidas de respuesta pertinentes) en todas las personas afectadas permitirá una recuperación más rápida.
Este trabajo analiza las formas específicas en que los migrantes han sido afectados por la pandemia y presenta una diversidad de medidas adoptadas en los países de acogida y de origen de los migrantes para prevenir, mitigar y abordar sus impactos negativos. De esta manera, se pretende proporcionar información para políticas y operaciones de COVID-19 más inclusivas y efectivas.